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Este artículo. escrito en colaboración conAngie Araya*, fue publicado por la revista NEO. Lo recomparto en este espacio para que ustedes puedan leerlo. Si tienen algún comentario se los agradezco de antemano.
“Procura que el niño que fuiste no se avergüence nunca del adulto que eres”
Antoine de Saint-Exupéry, escritor, autor de El principito
Cientos de profesionales con una gran cantidad de éxitos se preguntan muchas veces ¿por qué si soy tan bueno siento que he fracasado?
Uno de ellos comentaba que, aunque era exitoso, el miedo a perderlo todo no lo dejaba vivir en paz y agregó: “el éxito es momentáneo”. Todo lo contrario, el éxito no es momentáneo, el éxito es duradero siempre y cuando sepas administrarlo y esto se aprende con el paso del tiempo.
Vivimos en una sociedad en donde se nos exige tener éxito de alguna forma; de lo contrario, tu vida habrá pasado sin pena y sin gloria; pero esta cláusula social que se maneja como un secreto a voces es eludible sabiendo administrar todo lo que comprende el éxito.
Les comparto uno de las lecciones más importantes que he tenido sobre el éxito en mi vida: el éxito es tan peligroso como el fracaso. Angie Araya
Nuestro ejemplo favorito sobre cómo manejar el éxito lo ilustra una fotografía; en ella, el que fuera hombre más poderoso del mundo, en cuyas manos estuvo la posibilidad de iniciar una guerra nuclear y representante de más de 200 millones de personas, se detiene a saludar informalmente a otro hombre negro con un choque de puños.
El hombre poderoso era Barack Obama y el otro, un trabajador que cambiaba el plástico de un bote de basura en la Casa Blanca. El instante fue capturado por Pete Souza, el fotógrafo del entonces presidente de Estados Unidos, y se convirtió en una imagen viral en redes sociales.
La fotografía es un excelente ejemplo de un líder que a pesar de haber ganado las elecciones de su país en dos ocasiones —y alcanzar el éxito—, mantuvo siempre una actitud accesible, serena, terrenal, algo que no siempre ocurre con quienes encabezan una organización, ya sea una empresa, un gobierno o su propia familia.
El error más grave que podemos cometer al tener éxito es pensar que nos volveremos intocables; por el contrario, es cuando más accesibles tenemos que ser, recuerden que el éxito genera líderes y los líderes generan seguidores; seguidores que se convertirán en espejo de tu propio éxito.
¿Se puede administrar adecuadamente el éxito?
En latín, «exitus» (palabra de la que deriva éxito) significaba “salida”, acepción que se mantiene en la lengua inglesa, como en la palabra “exit”; sin embargo, en español el sentido evolucionó hacia una buena “salida” o “fin” de un negocio, un examen o una prueba; es decir, alcanzar el éxito es triunfar y lo opuesto es fracasar.
Regularmente las personas pueden afrontar el fracaso de un proyecto o un negocio; sin embargo, la mayoría desconoce cómo manejar el éxito pues cree que ese estado, ese momento, será permanente, en vez de considerarlo como lo que es: algo temporal que debe ser administrado al cuidar la relación con nuestros empleados o nuestros socios de negocios.
Los antiguos romanos sabían muy bien de esta temporalidad: cuando un comandante militar regresaba victorioso a Roma, encabezaba un desfile militar acompañado por un esclavo, quien, mientras sostenía sobre su cabeza una corona de laurel, le decía regularmente Respice post te, hominem te esse memento (“Mira atrás y recuerda que sólo eres un hombre”); es decir, le recordaba los límites de la naturaleza humana para evitar que cayera en la soberbia y utilizara su poder e ignorara la ley y las costumbres.
En efecto, sin importar el poderío de cualquier persona, existen límites que no es posible traspasar; además, estamos interconectados con otros seres humanos y requerimos de ellos siempre para cumplir nuestros proyectos, pero existen momentos en los que necesitamos mucho más que en otros a las personas con las que trabajamos o hacemos negocios.
Alcanzar el éxito en algún proyecto o negocio es el fruto de un trabajo regular para el que es necesario utilizar muchos medios tales como el aprendizaje, la mejora de nuestras habilidades, la atención a nuestras debilidades, el uso oportuno de los conocimientos adquiridos y las alianzas con quienes tienen fines parecidos a los nuestros. En todos los temas anteriores el punto en común es que necesitamos siempre a otros seres humanos, ya sea para alcanzar el éxito o para superar nuestros fracasos.
Para contribuir a encarar el éxito y evitar que nos haga perder el camino, hemos preparado 12 recomendaciones útiles.
12 maneras de administrar el éxito
- Construye una red para triunfar o superar el fracaso: aprende quiénes son tus aliados, dónde están y ayúdalos cuando lo necesiten. El camino al éxito definitivamente no es solitario.
- Cuida a tu familia y tu espacio personal: de nada sirve ser un triunfador si no tienes con quien compartirlo o disfrutarlo. El éxito es una sensación de bienestar, de lo contrario no hay felicidad implícita, sino solamente compromiso y ego.
- Cumple tus promesas: recuerda lo que ofreciste y cúmplelo a tiempo, no escatimes nada. Tus conocidos recordarán tus acciones y eso podría ser la diferencia entre lograr más negocios u obtener su apoyo cuando lo necesites. La confianza que puedas recibir por parte de tus aliados y red de contactos es invaluable.
- Sé agradecido con tus aliados: envíales una felicitación en su cumpleaños, resuelve sus dudas, dales tu consejo y dedícales tiempo. Ser exitoso implica liderazgo y un líder tiene la capacidad de ver las necesidades de sus seguidores, ser maestro te traerá confianza en el futuro.
- Reconoce a los vencidos: sé generoso en la victoria, destaca sus méritos.
- Comparte tu experiencia: escribe un artículo, da una conferencia, entrega tu conocimiento, pues todo ello crea un círculo virtuoso.
- La felicidad no siempre es el éxito: asegúrate de estar haciendo lo que consideras más importante en tu vida. Trabajar todo el tiempo sin descansar puede ser señal de una patología.
- Recuerda, nada dura para siempre: todo puede cambiar, algún aliado puede ya no serlo, el mercado puede evolucionar, alguna nueva regulación podría transformarlo todo.
- Actualízate constantemente tanto con las nuevas tendencias de la industria de la que formas parte, como con tu red de contactos.
- Innovación: en una era en donde cada día algo nuevo impacta la forma de desarrollar negocios es importante mantenerse a la vanguardia, delante de todo para que nada te tome por sorpresa.
- Comunicación, comunicación, comunicación: hay quienes piensan que comunicar tus éxitos pudiera ser petulante o egocéntrico; por el contrario, una comunicación asertiva de tus logros y éxitos empuja tu marca personal hacia más éxitos.
- Ser el buen ejemplo: cuando tenemos éxito siempre habrá personas que quieran seguir nuestros pasos, seamos abiertos y empáticos con ellas, esto generará no solo buenas relaciones interpersonales, sino que también el éxito escalará a nivel de mentoring.
Capitaliza el éxito
Todos los grandes pensadores, empresarios y líderes del mundo concuerdan en que para alcanzar el éxito hay que trabajar y sacrificar muchas cosas, materiales y emocionales; pero ¿de qué sirve ser exitoso solo una vez? Estar en el universo del éxito es sumamente sencillo, capitalízalo, crea historia, influye en vidas, cambia vidas, mejórate a ti mismo, supérate a ti mismo, cambia constantemente, asume retos, no pierdas la oportunidad de llegar alto y dejar huella.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Neo.
*Angie Araya, costarricense residente en México, es licenciada en Administración de empresas, consultora comercial en administración del recurso humano y empresaria desarrolladora de negocios a nivel internacional. Tiene 10 años de experiencia como reclutadora, 5 como Headhunter y Career Coach. Su correo es angie@aacconsultores.com.
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