Edgar Vásquez Cruz *

Dos de los rubros clave en los que México requiere invertir prioritariamente para crecer sostenidamente son la la educación y la infraestructura. Lo que comúnmente se llama “infraestructura” se divide en diversos rubros: carreteras, ferrocarriles, telecomunicaciones, aeropuertos, agua potable y saneamiento; hidro-agrícola y control de inundaciones; electricidad; producción de hidrocarburos, así como refinación, gas y petroquímica.

Antena en la Sierra Negra, foto de Edgar Vásquez Cruz

Antena en la Sierra Negra, foto de Edgar Vásquez Cruz

En todas estas áreas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha planeado invertir, para 2010, 630 mil millones de pesos en total, y, en promedio, para el sector telecomunicaciones la inversión planeada, para el mismo periodo, es de 47 mil millones de pesos.1

Quiero llamar la atención sobre esta parte de toda la inversión en infraestructura, porque a pesar de no ser el más grande (este lugar lo ocupa la producción de hidrocarburos con 137 mil millones de pesos, casi tres veces más que lo destinado a telecomunicaciones) sí es el más importante por las repercusiones que han tenido decisiones semejantes en el producto interno bruto de otros países.

En efecto, de acuerdo con un análisis econométrico, de Ernesto Piedras mencionado en el periódico El Economista, realizado desde 1925 hasta la fecha, por cada punto porcentual que aumenta la infraestructura de comunicaciones, el crecimiento económico crece un 0.1%. En otras palabras, del crecimiento total del PIB, 10 por ciento es causado por los servicios generados por la infraestructura de comunicaciones.

Estas cifras pueden ayudarnos a entender el mayor crecimiento de países como Chile y China, que invierten 5.8 y 7.3 por ciento, respectivamente, de su Producto Interno Bruto en infraestructura, en tanto que México destina apenas 3.2 de su PIB al mismo rubro. 2

Además, de acuerdo con la Agenda de Conectividad del Sistema e-México, “Hay una clara correlación entre el grado de penetración de las TIC y la competitividad, la educación y la seguridad de los países. Además, “los países con mejores prácticas tienen un buen ecosistema de TIC y una buena infraestructura de banda ancha”.

Un dato más nos dice que de todas las entidades federativas de México, el Distrito Federal concentra el 54 por ciento de la inversión extranjera directa y pese a ello tiene un rezago de 20 años en materia de infraestructura, de acuerdo con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Sin embargo, cantidad no es calidad, pues como bien señala el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), sería muy recomendable que el gobierno federal estableciera una política de infraestructura que tuviera el mismo nivel de importancia que la fiscal y la monetaria,al igual que  ocurre en otros países.

En este sentido, el IMEF consideró que es prioritario realizar todas las modificaciones necesarias en la legislación mexicana para garantizar la ejecución de los proyectos que se harán en 2011, y en los años posteriores.

Telecomunicaciones, factor clave.

Pero concentrémonos nuevamente en el área de telecomunicaciones, porque de acuerdo con estudios hechos por organismos internacionales como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la inversión en esta área tiene un gran impacto en el desempeño económico y en el éxito de las empresas, sobre todo cuando se combina con otras inversiones en habilidades, cambio organizacional e innovación.

Sin embargo, de 2000 a 2007, la inversión en la infraestructura de telecomunicaciones en México se redujo en más de 2 mil millones de dólares, lo cual nos coloca como el penúltimo estado miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en realizar dicho gasto, al destinar 34.6 dólares por cada línea de acceso.

De acuerdo con The Competitive Intelligence Unit (The CIU) “la medición econométrica, de causalidad, confirma que las telecomunicaciones causan el crecimiento económico, pero también revela que ese crecimiento genera su propia demanda por inversión”. 3

En el caso de México, dice TCIU, “en una economía de desarrollo intermedio, como la mexicana, el efecto que domina es el del crecimiento, generando su demanda por infraestructura (Supply Driven). Es lógico pensar que economías o regiones sumamente atrasadas, requerirán de un efecto de despliegue de infraestructura como impulsor de las actividades económicas y que una vez que ese capital y la producción han sido detonados, será la misma producción de esa economía la que generará su propia demanda por esos servicios (Demand Driven)”.

Inversión inteligente

Pero ¿cuál es la mejor forma de conducir esa inversión? ¿qué es lo prioritario?  A pesar de que en 2010 las inversiones en telecomunicaciones aumentarán casi 20 por ciento, comparadas con 2009, de acuerdo con proyecciones de CIU, es necesario realizar una planeación integral de servicios, si consideramos el papel tan importante del sector Telecomunicaciones.

Siguiendo el razonamiento de la CIU hay dos segmentos de mercado en el sector telecomunicaciones, el primero es el competitivo, en el cual las autoridades deben enfocarse en el diseño y ejecución de normas legales que regulen la competencia y dejando que los mecanismos de mercado generen la demanda de servicios de telecomunicaciones. El otro sector, atrasado socialmente, debe contar con una política pública que facilite la actividad económica y la adopción de los servicios.

De acuerdo con la recomendación del IMEF es necesario que las autoridades mexicanas definan una política de infraestructura en la que la agenda digital sea una parte importante, a semejanza del gobierno chileno que en 1999 creó “Chile: Hacia la sociedad de la información” un informe en el que se definieron las líneas de acción que han permitido al gobierno de ese país lograr niveles de penetración en el acceso a Internet superiores, proporcionalmente hablando a los de México.

Si consideramos que las empresas mexicanas de telecomunicaciones y de medios son más rentables que sus similares en el mundo y en 9 de 16 sectores superan a sus homólogas en América Latina, e inclusive, en el caso de las telecomunicaciones, la rentabilidad sobre el capital invertido casi duplica a su competencia en América Latina, es necesario que las autoridades mexicanas implementen la administración de proyectos y utilicen herramientas de administración, como la matriz de proyectos, para dar prioridad a estas inversiones por sobre el gasto público en actividades como la promoción electoral que si bien genera un buen posicionamiento de los servidores públicos, a mediano plazo son gastos poco productivos, si los comparamos con los beneficios de invertir en Telecomunicaciones.

Sin embargo, la creación de la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, adscrita a la Subsecretaría de Comunicaciones de la SCT desde el 3 de marzo de 2009 parece mejorar el panorama. La oficina, encabezada por María Eloísa Talavera Hernández, se propone cerrar la brecha digital en México en 2015 mediante tres proyectos: 1, masificar la apropiación; 2, facilitar el acceso y 3, universalizar la conectividad, todo lo cual dice la oficina, permitirá “sentar las bases para el acceso universal de los mexicanos a las telecomunicaciones”.

Quizá el proyecto más importante de los tres mencionados anteriormente es el relativo a la universalización de la conectividad, pues se propone “crear una red dorsal nacional sobre la infraestructura de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad”. Dicha red contará con 39 enlaces punto a punto de1Gbps (Gigabit Ethernet), así como con 39  «Hoteles de telecomunicaciones» para alojar equipos, los cuales estarán ubicados en 31 capitales de estados y el Distrito Federal, así como en tres rutas fronterizas, todo lo cual beneficiará a Centros de Investigación, Universidades y Gobiernos Estatales.

Redes sociales y Sociedad de la información

De acuerdo con un reporte llamado “Mapping the social internet” publicado en la revista Harvard Business Review del mes de julio-agosto de 2010, México ocupa un lugar destacado en el mundo, pues aunque el 30 por ciento de los usuarios cuenta con un blog, contra el 45% de los usuarios chinos, sí supera a los usuarios ingleses y estadounidenses que apenas llegan al 15 por ciento, y está por encima de Brasil que llega al 25 por ciento. 5

En cuanto a las capacidades sociales en la web, alrededor del 47% de los usuarios mexicanos maneja un perfil en redes sociales, cifra superior al 35% de los franceses o al 25% de los alemanes y que los coloca un poco atrás de los usuarios angloparlantes de Estados Unidos e Inglaterra.

Estas cifras revelan por una parte que aunque los costos de acceso a internet en México no son bajos y que la calidad de la conexión deja mucho que desear, comparada con otros países de la OCDE, los usuarios mexicanos producen mayor contenido en blogs que los franceses y alemanes, en promedio, lo cual es indicativo, por un lado, de su interés en la interacción en la web y, por otro, del crecimiento de un mercado de la información que podría verse favorecido con mayores inversiones que habiliten el surgimiento de más proveedores de acceso a Internet.

Por otro lado, la notable presencia en redes sociales web de los usuarios mexicanos revela una tendencia a interconectarse entre ello, lo cual podría, en el futuro, generar, primero mayor contenidos y después conocimiento, así como más oportunidades de negocios.

El gobierno mexicano debería observar con más cuidado lo que ocurre en las redes sociales para enriquecer la formulación e implementación de la Sociedad de la Información gracias a la información, el conocimiento y la colaboración que podrían aportar los mexicanos invitados a colaborar.

Además, las redes podrían mejorar la efectividad y eficacia de las capacidades unilaterales de los gobiernos para enfocar la definición y solución de las cuestiones sociales. Finalmente, las redes podría reducir los costos de tomar decisiones complejas debido a que podrían ayudar a generar conocimiento compartido, así como a compartir experiencia, todo lo cual disminuye la inseguridad pues en estas interacciones se realizaría un intercambio de información, lo cual bien manejado podría generar buena voluntad hacia las acciones de gobierno.

Notas:

1. Datos del Plan Nacional de Infraestructura 2007-2012

2. Datos del Plan Nacional de Infraestructura 2007-2012

3. Las telecomunicaciones ¿causan el crecimiento económico… o viceversa?

4. Ibidem

5. Vision Statement: Mapping the Social Internet. Mikolaj Jan Piskorski and Tommy McCall. Revista Harvard Business Review, julio-agosto 2010, pp. 34 y 35

* Edgar Vásquez Cruz es maestro en administración pública por el INAP. Su perfil en LinkedIn es: www.linkedin.com/in/edgar-vasquez-cruz

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