En la revista etcétera fue publicado este artículo sobre el estatus actual de la Red compartida en México. Los invito a dejar sus comentarios abajo.

La red compartida es un proyecto de telecomunicaciones del gobierno de México que se propone mejorar la infraestructura de ese servicio en todo el país para estimular la creación de más compañías proveedoras de servicios de telefonía y acceso a internet, con lo cual los usuarios mexicanos contarán con más opciones y mejores precios (ver mi artículo La Red compartida, ¿Santo grial o el Anillo único?).
Sin embargo, la implementación de la red compartida ha enfrentado varios problemas que aparentemente podrían poner en riesgo su realización: desde la forma en que se realizó su licitación, pasando por el desarrollo tecnológico, hasta los posibles retrasos en su puesta en marcha.

¿Qué es y cómo funciona?

El concurso público internacional de la red compartida se efectuó el 17 de noviembre de 2016 y el ganador fue consorcio Altán Redes SAPI de C.V., que está formado por Marapendi Holding B.V., Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ), Eugenio Galdón, Presidente de Grupo Multitel, quien invierte a título personal mediante Isla Guadalupe Investments; el International Finance Corporation (IFC); El Fondo China México (CMF, por sus iniciales en inglés); el abogado Miguel S. Escobedo, promotor inicial del proyecto de Red Compartida, quien participará a través de Hansam, S.A. de C.V.; Axtel y Megacable, empresas que participan en el capital de Altán por medio de una serie especial de acciones sin derecho a voto ni influencia en la administración; FFLATAM-15-2 un fideicomiso emisor de certificados bursátiles fiduciarios No. F/2292, constituido en Banco lnvex, S.A..
Las compañías concursaron para ganar 90 megahertz de la banda de 700 MHz, además de dos hilos de fibra óptica oscura de una red que la Comisión Federal de Electricidad instaló por todo México.

Antena de red compartida

Foto: Jeff Kubina en Flickr

De ocurrir todo como fue planeado, la red compartida proporcionará cobertura de telecomunicaciones para 98 por ciento de la población de México, incluyendo áreas rurales; permitirá disminuir el costo de operación y por ende los precios para los usuarios, además, la existencia de varias compañías estimulará la competencia entre ellas lo que podría resultar en una mejora del servicio.

La licitación y sus problemas

Rivada Networks, la compañía que perdió el concurso frente a Altán se inconformó con la adjudicación, después de que no entregó el documento llamado “garantía de seriedad –el 20 de octubre de 2016-, el cual es una carta de crédito emitida por una institución bancaria en papel membretado con fecha de vigencia, que además debe estar firmada por funcionarios de la institución bancaria.
La empresa perdedora afirmó en noviembre de 2016 que Altán tuvo acceso a información especia, privilegiada que le sirvió para elaborar su propuesta, mediante la empresa Deloitte, que a su vez la consiguió del personal de la SCT.
El 21 de diciembre de 2016, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) demandó por daño moral al Consorcio Rivada Network SRL, así como a su presidente, Declan Ganley, ante el Poder Judicial de la Federación, luego de afirmar que la dependencia federal manipuló el concurso de la Red Compartida de Telecomunicaciones.
La demanda de la SCT en contra de la compañía Rivada y su director general, Declan Ganley fue desechada por el Juez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México debido a que la demanda carecía de legitimación “ya que, si se alega una afectación a la federación, entonces correspondía a la Procuraduría General de la República presentar la demanda”; la SCT no impugnó la resolución del juez.
Rivada, por su lado, inició un juicio de amparo, 7 de noviembre de 2016, contra el fallo del concurso emitido por la SCT. Cuatro días después, el 11 de noviembre, el Juzgado Décimo Quinto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México rechazó el amparo al alegar incompetencia en la materia, sin embargo, el proceso continúa.
El 24 de enero de 2017 la empresa Altan y el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel) firmaron un contrato de Asociación Público-Privada en el que la SCT les entregó los títulos de concesión para prestar servicios mayoristas de telecomunicaciones.
Dos días antes, el 22 de enero se hicieron pruebas exitosas con la red compartida en Guadalajara, Monterrey, Acapulco y el Distrito Federal.

La tecnología

La red compartida utilizará los segmentos del 703 a 748 MHz y de 758 a 803 MHz del espectro radioeléctrico (los cuales suman 90 megahertz) que son excelentes para transmitir datos. Por esas frecuencias se transmitía la televisión analógica que dejó de transmitir en diciembre de 2015)
En esa frecuencia pueden transmitirse datos para dispositivos móviles con mayor eficacia debido a que esas ondas radioeléctricas viajan a menor altura que las utilizadas actualmente; además las transmisiones tienen mayor alcance, por esa razón se requieren menos antenas difusoras, ya que pueden situarse a mayor distancia unas de otras: para cubrir 10 kilómetros con la banda de 700 Mhz son necesarias dos antenas en vez de 10, necesarias para abarcar cuatro kilómetros al utilizar el actual espectro AWS (1700/2100 MHz).

Red compartida

Fuente: SCF Associates

La red compartida utilizará el estándar conocido como LTE (Long Term Evolution), también denominado como 4G, en la banda de 700 megahertz (MHz) con la cual podrá hacerse un mejor uso del espectro radioeléctrico, habrá más cobertura y mejorará la penetración en edificios y espacios interiores.

Una discusión sobre la conveniencia o no de la red compartida ocurrió después del 25 de mayo de 2016 luego de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones otorgó a las empresas ATT y Telcel títulos de concesión para utilizar bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico para uso comercial en los 1710-1780 MHz/2110-2180 MHz (Banda AWS) empleando la tecnología 4G
Erróneamente algunos analistas creyeron que esa acción “adelantaba” la red compartida, pues confundieron el uso de la tecnología 4G sobre las bandas de 1710-1780 MHz/2110-2180 MHz con el uso de esa tecnología en la banda de 700 MHz, sin considerar que esta última radiofrecuencia es mucho más eficiente que la anterior.
Por otra parte, algunas notas periodísticas aseguraban que la red compartida solamente podría ser utilizada por usuarios de smartphones de alta gama como iPhone y Galaxy, sin embargo, esta información es incorrecta, la banda B28 está habilitada para algunos modelos de teléfonos de gama baja. La información puede ser consultada en: https://www.frequencycheck.com/models.
Asimismo, de la Red compartida forman parte dos hilos de la red fibra óptica tendida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a partir de 2004; dicha red mide 21 mil 208 kilómetros, está en todo México, y es la segunda más extensa después de la de Telmex.

Posibles retrasos y correcciones

Aunque el 24 de enero de 2017 arrancó la implementación de la red compartida, los rumores sobre un posible retraso en su despliegue se han difundido, inclusive la empresa Nokia, encargada de desplegar la infraestructura, aclaró que en todos sus compromisos adquiridos con este proyecto “tienen un avance de más de 90 por ciento” por lo que Altán Redes podrá tener listo el 30% de la red compartida el 31 de marzo de 2018, tal y como se comprometió.
Por otra parte, el IFT solicitó a la empresa Altán, el 30 de enero de 2018, modificar su oferta de referencia presentada el pasado 19 de diciembre de 2017 “para evitar conductas anticompetitivas, trato discriminatorio, barreras de entrada, ventas atadas y desplazamiento indebido de otras compañías del sector”.
La oferta de referencia describe las condiciones, términos, normas técnicas, especificaciones y niveles de calidad para los servicios mayoristas que Altán Redes rentará a otras empresas por medio de la Red Compartida, para que dichas compañías lleven las comunicaciones a los usuarios finales.
Por su parte, Altán Redes informó que no estaban enterados que su oferta de referencia inicial pudiera generar conductas anticompetitivas y trato discriminatorio, entre otras. En respuesta el IFT aclaró que la modificación pedida a la empresa, busca dar certeza acerca de los términos y condiciones de acuerdo con los que dicha compañía proporcionará los servicios de telecomunicaciones.
A partir del 31 de marzo de 2018, en un par de meses, la oferta de servicios de telecomunicaciones aumentará cuando el 30 por ciento de la red compartida ya esté funcionando. Volveremos a revisar el panorama a partir de esa fecha para conocer la dimensión de esos cambios: ¿surgirán nuevas empresas?, ¿mejorarán los servicios de telecomunicaciones? Y, sobre todo, ¿los consumidores finales serán beneficiados?


Publicado primero en revista etcétera

Share This